¡Buenos días amores! Llevamos un año viajando tanto que apenas tengo espacio suficiente en mis canales para poder compartir todo con vosotros. Durante nuestro viaje de luna de miel estuvimos en China: Hong Kong, Beijing, Shanghai, Maldivas y Dubai. Algunos de los posts sobre Maldivas podéis verlos aquí y aquí. Pero aún no he tenido ocasión de hablaros ni sobre China ni sobre nuestra estancia en Dubai, que dejaré para un poco más adelante.
Hoy quiero centrarme en China, una país que me ha FASCINADO en mayúsculas. Y al que, por supuesto, estoy deseando volver.
Comenzamos nuestra primera parada en Hong Kong. Tras un vuelo por la mañana desde Madrid con conexión en Dubai, pasamos en este aeropuerto muy poquitas horas. Y con el cambio horario más las dos horas de escala, amanecimos en el avión casi aterrizando en Hong Kong.
Soy una apasionada de las grandes ciudades, de los rascacielos, de la vida urbana, de disfrutar de los sitios que visito mirando skylines que no me cansan ni de noche ni de día, de contemplar escaparates, monumentos, parques… pero de no cansarme de levantar la vista para ver la vida en las alturas. Y así, nada más salir del aeropuerto, como os conté en stories… ¡ya estábamos rodeados de rascacielos!
No pretendo que este post sea una guia de viaje sobre Hong Kong pero sí que daré algunos tips que a nosotros nos han servido mucho.
Hong Kong es una de las ciudades más modernas del mundo, para entrar en ella no necesitas visado como para el resto de China. Aunque recomiendo consultarlo ya que, en nuestro caso, como de Hong Kong viajábamos a otras ciudades de China y necesitábamos visado, era obligatorio registrar en él que veníamos de Hong Kong. Indicando además la localización exacta del alojamiento.
En nuestro caso nos decidimos por Kerry Hotel. Un resort urbano espectacular en Kowloon, una península de China. Ya pudísteis ver en stories mucho sobre este hotel (siguen en destacados de mi perfil, por si queréis saber más).
Entre otras maravillosas cosas de este resort con vistas a los rascacielos de la isla de Hong Kong, destacar el poder estar bañándote en esta piscina hasta altas horas, disfrutando del skyline. Una experiencia inolvidable.
También añadir, aunque muchos lo sabréis, Hong Kong tiene su divisa, el Hong Kong Dollar, así como la divisa de China son los Yuanes.
Entre las cosas que hacer en Hong Kong… yo diría que las posibilidades son muchísimas y que uno nunca se aburriría de esta ciudad pero si la estancia es corta, no podemos dejar de hacer ciertas cosas.
- Ver el espectáculo de luz y sonido, Simphony of Lights desde Tsim Sha Tsui, en la bahía de Kowloon. ¡Nos encantó! Al día siguiente pudimos verlo desde nuestro hotel pero ya sin la música, igualmente, un auténtico espectáculo de luz y color.
- Subir al Victoria Peak: Ubicado en la bahía de Hong Kong. Desde allí se divisa en primer lugar la parte trasera de los rascacielos de la bahía de Hong Kong (los que se ven por la parte delantera desde Tsin Sha Tsui). Y lo que se puede ver al fondo es Kowloon. En nuestro caso subimos en taxi y bajamos por la montaña en el tranvía, toda una experiencia recomendable.
- Isla Lantau: Se trata de la isla más grande de Hong Kong. Y está ubicada en la desembocadura del río Perla. Allí se encuentra además el Buda Tian Tan, el Buda más grande de Hong Kong.
- Chi Lin Nunnery: Me impresionó sobremanera. Nunca había estado en Asia y nunca había visitado un templo budista. El contraste de este conjunto de templos ubicado en Diamond Hill junto al contraste de los rascacielos me impresionó sobremanera.
- Si os acercáis hasta Chi Lin Nunery, no podéis dejar de visitar sus espectaculares jardines.
- Avenida de las estrellas de Hong Kong, con estrellas incrustadas en el pavimento.
- Mong Kok: Se trata de una de las principales zonas comerciales de la ciudad. Allí está ubicado Ladies Market, el mercado callejero más importante y animado de la ciudad.
- Disfrutar de su gastronomía y de la comida cantonesa, así como de la cultura y el ambiente de la ciudad.
Una ciudad en la que a pesar de estar a más de 10.000 km de Madrid, nos sentimos 100% como en casa. Una ciudad que atrapa, que engancha, que fascina y a la que… nada más salir de allí, estás deseando volver.
No continúo porque sino el post va a resultar demasiado largo pero sí querría añadir que otra de las cosas que más nos ha encantado de esta bonita ciudad tan llena de vida es que resulta sencillo comunicarse con la gente pues casi todo el mundo habla ingles.