¡Buenos días amores! Hoy quería hablaros de todo lo que hemos vivido durante el temporal Filomena en Madrid. No he podido hacerlo antes pues necesitaba un tiempo para poder asimilarlo todo mejor, pero quería compartir con vosotros muchas más cosas que no compartí en las redes sociales.
Todo comenzó la noche del 9 de febrero, nos pilló la tormenta de nieve en la zona de la M30 norte, sin poder irnos por ninguna salida para regresar al centro de Madrid pues todas estaban colapsadas por coches atascados, furgonetas, camiones dados la vuelta… todo terrible. Y tuvimos que seguir avanzando a la zona de la Moraleja, Carretera de Fuencarral.
Mientras tratábamos de encontrar la manera de dar la vuelta, intentábamos ayudar y sacamos coches que estaban atrapados, pero todo se iba poniendo muchísimo peor. Incluso vimos varias personas aprovisionando en gasolineras pensando en que sería imposible llegar a casa. Es que era y se sentía ya a las 9 de la noche prácticamente imposible.
Durante uno de esos «rescates» y junto con una persona que también estaba ayudando, debatimos la idea de encontrar una «posible» manera de llegar a la zona de Mirasierra y de ahí, callejear entre la nieve para llegar a la Castellana.
Tras más de cuatro horas de odisea y miedo, desde las 8 hasta las 12:30 de la noche, conseguimos llegar a casa.
A la mañana siguiente, decidimos ponernos a ayudar en todo lo que fuera posible a cualquier persona que tuviera una emergencia tanto sanitaria como de otro ámbito. Primero informando tanto en mis redes sociales, como en las de Bymywheels. He de reconocer ahora mismo que jamás pensé que hubiera tantísimo que hacer. A medida que iban pasando las horas, más y más emergencias de todo tipo.
Durante estos 9 días de trabajo duro, ha habido de todo. Muchas personas de oncología, diálisis, transplante de pulmón que necesitaba ir a revisión, una embarazada que se había caído y estaba aterrorizada, partos inminentes, roturas con fractura abierta… Todos ellos nos decían que les decían que no podían atenderles porque las ambulancias no podían llegar. También relevos en residencias de menores con el personal sin rotar desde hacía días, llevar comida a protectoras de animales.
A medida que fueron pasando los días, como alrededor del martes, las urgencias (aunque también se mantuvieron urgencias médicas porque seguía habiendo calles que eran puro hielo) fueron surgiendo otras emergencias de todo tipo.
Personas pasando muchísimo frío sin mantas, ni calefacción, ni agua, ni comida, a las que había que hacerles llegar, a través de diversas fundaciones lo que necesitaban.
Por ejemplo en Amazon Coslada habían descargado toda la comida para la Fundación Altius que ayuda a un muchas familias, ya que los camiones no conseguían llegar a la fundación. Todo comida fresca y urgente, pues en 2 días, 25 4×4 llevamos toda esa comida a la Fundación.
También recoger y llevar los menús que desde WC Kitchen estaban preparando para distintas ONGs en Madrid, residencias de ancianos, incluso para Policía y UME. Más de 40.000 menús en 4 días… Ha sido una tremenda labor la que se ha realizado desde WC Kitchen, con la crack de Pepa Muñoz, dándolo todo junto a los voluntarios para que los menús estuvieran preparados para que los pudiéramos distribuir por la mañana y tarde.
Este momento fue muy duro para mi pues el segundo día de reparto de WC Kitchen, cuando llegamos a Robin Hood de Padre Ángel, ya estaba la gente en la calle haciendo cola para que les dieran su menú. Y fue tremendo para mi, pasé una hora después sin poder parar de llorar por todas esas personas que esperaban nuestra ayuda, y ver sus caras, lo recuerdo como uno de los momentos más duros.
Sacar coches enterrados en la nieve de personas que los necesitaban para alguna urgencia, despejar con pico y palas entradas de conventos…
Es que no os podéis imaginar porque ha habido de todo…
La sensación, aunque tremenda, con mucho estrés y mucha angustia, ha sido maravillosa. Y, si duda, volvería a hacerlo. Los 4×4 nos cruzábamos en las calles y sabíamos lo que había, incluso nos saludábamos y mandábamos fuerza entre nosotros. Pero también, y después de haberlo analizado estos días, me doy cuenta de por qué las personas que nos han increpado, cortado el paso a propósito, hasta insultado por circular con el coche, tirado bolas de nieve… simplemente no sabían que estábamos tratando de ayudar en medio de todo este caos, al no haberle dado en los medios la suficiente difusión simplemente para que se facilitara la labor o para que más gente pudiera solicitar ayuda. Nos llegaron hasta a decir que ojala reventáramos una rueda contra un bordillo, por idiotas, en medio de una emergencia. Cosa que no sucedió así al final, sucedió sacando a una Berlingo lo que nos hizo el quinto día tener que montar otro juego de llantas y ruedas que teníamos en Bymywheels para poder seguir. Con esto quiero decir que estoy segura que si la gente hubiera que sabido que estábamos ayudando, todos estos momentos de malestar no hubieran tenido lugar.
Ahora no está tan bonito el coche, pero sí debe sentirse muy orgulloso de lo bien que se ha comportado. ¡Ha sido una pasada de verdad!
Y una mención especial también para Emilio que, con su Bymywheels ha estado durante 9 largos días y largas noches atendiendo emergencias por todo Madrid sin parar.
Nos quedamos con todos los bonitos mensajes que nos habéis mandado, con el cariño y agradecimiento de las personas que hemos ayudado, y con la satisfacción de haber podido aportar nuestro granito de arena para tratar de mejorar la situación de las personas en momentos de caos y pánico, incluso entre lágrimas por el miedo y la angustia.
Gracias a todos, de parte del equipo Bymywheels
Gracias Lara, y gracias a todos los que como vosotros habéis hecho cosas increíbles. Yo te estaré eternamente agradecida de lo que hicisteis por mi padre